Para que la taza de café sea ideal se necesitan tres variables. Es indispensable tener un buen café. Si el producto que vamos a tratar no es de calidad, no podremos sacar nada de él. Pero igual de importante son otras dos variables, a menudo olvidadas: la buena maquinaria y el barista profesional.

Como decimos, la primera variable para tener una taza de café perfecta es un buen producto. Tras viajar a Sudamérica en búsqueda de las mejores plantaciones y granos de, estamos seguro café de tener el mejor café de todo el mercado, al igual que un producto para cada tipo de cliente.

Si no tenemos un buen café, un buen grano, no servirá de nada todos los conocimientos de café que tengamos, ya que lo principal de cualquier tipo de taza de café es el expresso que debe llevar.

La segunda variable es una buena maquinaria y puesta a punto para un buen funcionamiento. Por ello, en Cafés Mocaibo se invierte en un servicio técnico cualificado, efectivo y rápido. Además, por supuesto, de trabajar con las mejores marcas de molinos y máquinas de café.

La última variable es el propio camarero. Más que un camarero debe ser un barista, un profesional del café. Debe saber ajustar la molienda, mantener limpio el equipo, controlar la caída del café y saber extraer en la taza todo el sabor, aroma y propiedades con un gramaje determinado y en unos segundos determinados. Y eso, precisamente, serán las enseñanzas que se imparten en la Escuela de Hostelería de Cafés Mocaibo.

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