Hay una serie de errores en la preparación del café. Una serie de fallos comunes que perjudican el resultado de nuestra taza principal. Preparar un café puede ser una tarea sencilla a simple vista. Pero preparar un café bueno es de las tareas más minuciosas y sibaritas que existen en el mundo de la hostelería.

A la hora de preparar un café tenemos que tener en cuenta muchos pequeños detalles. Conforme más pequeños detalles dejemos de tener en cuenta, peor será el resultado de la taza del café.

Error en la preparación del café: El punto de la molienda.

Es lo fundamental a la hora de preparar nuestro café. No hay un punto de molienda universal, cada tipo de café tiene uno diferente. Uno en el que se equilibran los gramos del café con el punto clave para que nos salga un café perfecto. Para encontrar este punto debemos intentar que caigan 30 ml de café en 25 segundos, si nos cae en ese tiempo más o menos cantidad no estará la molienda en su punto.

Otro error común en el café: la leche

Tendemos a infravalorar la leche en la preparación del café. Casi todos los cafés que se suelen pedir a diario en nuestras cafeterías o que nos tomamos en casa llevan algo de leche. Por ello, es muy importante que también se trate este elemento de forma correcta.

Un error muy común es que recalentamos varias veces la leche y la quemamos. Esto provocará que la leche se agrie y nos dé un mal sabor en el café. Igualmente tampoco podemos sobrecalentarla demasiado, ya que nos dará un mal sabor. Nunca debe superar los 70ºC.

El error de dejar el café molido mucho tiempo

El café es un producto no perecedero, es decir no caduca como para que nos siente mal en nuestro organismo. Pero sí que va perdiendo propiedades, aroma y sabor con el tiempo. Y si el café es molido, perderá aún más rápido las propiedades. Por ello, si trabajamos con molino semiautomático nunca es bueno dejar el café molido en el dosificador de un día para otro, ya que se pondrá un poco rancio.

Error en las tazas de café: ¿bocarriba o bocabajo?

Solemos ver las tazas de café bocabajo. Es cierto que es más cómodo de apilar y de almacenar, pero por diferentes motivos su colocación correcta es bocarriba.

La primera razón es para que la taza o el vaso esté caliente por la base y no por la parte superior. Así el café estará caliente y la base fría no lo enfriará. Si la parte superior, la boca de la taza, está muy caliente, a la hora de beberlo nos va a dar la sensación de que está más caliente de lo que realmente está.

Además, el café tiene una cadena de temperatura, que va desde el molino, el portafiltro la máquina y hasta la taza. Si las primeras gotas de café (las más importantes, la acidez del café) caen en una base fría estamos rompiendo esa cadena de temperatura y estamos alterando el sabor del café.

Error a la hora de prensar el café

Una de las herramientas más importantes del barista es el tamper o prensa manual. El tamper nos proporciona un prensado equilibrado en toda la pastilla del café. Sin embargo, si prensamos con el tamper que viene incorporado en el molino, rara vez prensamos de forma equilibrada. Se nos puede quedar desnivelado y con más café por una parte que por otra.

Al final, la elaboración del café es la reunión de una cantidad de pequeños detalles. Conforme más detalles reunamos, mejor será nuestra taza final. Si vamos restando detalles, nuestro café se irá alejando de la perfección.