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El origen del café no está en América del Sur, como normalmente se suele pensar, ya que allí es donde crecen los mejores orígenes de café. Sin embargo, el café no procede de las tierras de América Latina. Fue llevado allí en época de las colonias, por los foráneos.

El origen del café, entre historias populares y leyendas

Su origen se encuentra en Etiopía, donde el café ha crecido y surgido de forma salvaje. Según cuenta la leyenda, el café fue descubierto por un pastor, que en una muy buena hora decidió pastorear en un monte muy adecuado.

El café, según esta leyenda, como otros grandes descubrimientos de la humanidad fue de ‘casualidad’. Como el descubrimiento de América o de la Penicilina. El pastor, cuando iba a un determinado monte repleto de árboles de bayas rojas, percibía un cambio en el comportamiento de sus cabras.

Sus animales se agitaban más de la cuenta y era más difícil controlar el rebaño. Esto se debía a que aquellos árboles que cubrían esa ladera, eran cafetos. Y esas bayas rojas y dulces que consumían eran bayas de café, con su correspondiente cafeína. Ello, volvía ‘locas’ a las cabras. Pero no, este no es el origen de la expresión ‘loco como una cabra’, si no el descubrimiento del café.

Bayas de café.

El origen del café tostado

A partir de ahí, el café se tomó como un envío de los dioses, en este caso de Alá. El pastor le dejó los frutos a unos religiosos para que los cocinaran y probaran. Pero el brebaje no resultó muy agradable, por lo que arrojaron los restantes al fuego. Entonces fue cuando descubrieron que aquello desprendía un olor más que apetecible.

Puede que fuese así, o puede que se tomasen los frutos o infusión de las semillas crudas hasta que alguien (bendito sea) se le ocurrió tostar esas semillas antes de infusionarlas, consiguiendo así la primera taza de café de la historia.

Lo que sí es cierto es que el café, se fue extendiendo como la pólvora desde aproximadamente el siglo VI. Se cree que algunas tribus africanas las consumían desde la antigüedad, aunque no está demostrado.

Hubo que esperar hasta el siglo XII para que se extendiera por toda Arabia. Y hasta el Siglo XV para que el café conquistase Europa, con la burguesía como abanderada en su consumo y expansión posterior.

Ya en esta época los europeos fueron los encargados de expandir el café a América Latina, la cual es la principal región productora del café en el mundo.

El origen de las primeras cafeterías de la Historia

Hemos hablado del origen del café. Pero ¿Cuándo surgen las primeras cafeterías? Los cafetales se instalaron en Yemen y Arabia y se empezó a comercializar. Las primeras cafeterías abrieron sus puertas en el Siglo XV en Grecia, Persia, Constantinopla y Siria.

A Europa tardó un poco más en llegar un establecimiento que vendiera el café a viva voz, ya que en un principio era considerada como una ‘bebida del diablo’ ya que se asociaba a la cultura árabe. Las primeras cafeterías llegaron a las zonas más comerciales como Venecia, Marsella y Londres.

El origen de la palabra ‘café’

La palabra café proviene del árabe. En un inicio en Europa se tomaba como un sustitutivo del alcohol, por lo que se le denominó durante siglos como el ‘vino árabe’. Su origen etimológico proviene de ‘qahhwat al-bun’ que se traduce de forma literal como ‘vino del grano’. De ahí pasó a ‘qahwah’, que luego pasó a ‘kahveh’ en Turquía y, por último pasó a ‘koffie’ en holandés y ‘caffe’ en Italiano. Así derivó de forma similar al resto de idiomas.

Un origen que sin duda, en todos los sentidos, es tan místico y misterioso como esta gran bebida que es el café, o mejor dicho, ‘el vino del rano’.